Meylin Martínez Cárdenas

31/07/2018

Desde que tengo más o menos 10 años participo en los campamentos de Santa María y siempre me han gustado muchísimo y he salido con propósitos para mi vida como el orden, la puntualidad y un horario. Este 2018 con 13 años, en el campamento pude discernir sobre qué era lo que quería Dios este año de mí,  y aunque antes estaba pensando en el hecho de bautizarme, en ese espacio entendí que era ahora, aprendí que debo escuchar más, estar siempre atenta, y tener mi corazón dispuesto como el de María. Comprendí que necesito empezar a tener a Dios siempre sobre lo demás, además pude conocer personas hermosas con un amor ardiente por la Inmaculada, conocí como nunca, el verdadero amor que siente Dios por mí y fue lindo, fue hermoso sí que lo fue, este campamento fue la experiencia más emocionante, y como no empezar el año con algo emocionante. Le debo al campamento de santa María mi inicio en una vida constante, y el amor que poco a poco he ido profesando por Jesús y la virgen. ¡Y definitivamente invito a las chicas a participar de esta experiencia!

Yazury Zapata

31/07/2018

Hacer los ejercicios de silencio te cambia la vida, puede sonar muy “cliché”, pero no hay mejor manera de decirlo. Creo que esa experiencia te ayuda realmente a darle un orden, un sentido a tu vida, a crecer emocional y espiritualmente, a encontrarte contigo mismo, a liberarte de apegos o situaciones, ya sean del pasado o del presente que no te dejan avanzar. Yo me encontraba en un momento donde mi vida estaba vuelta un caos, tenía muchas preocupaciones, problemas, una inestabilidad emocional impresionante, me sentía agobiada, agotada, vacía y sobre todo alejada de Dios, pero el tiempo de Él es perfecto, y justo en ese momento colocó en mi camino estos ejercicios.  Además, el buen acompañamiento de las cruzadas de Santa María, fue fundamental para que el retiro fuera un éxito total, el hecho de que esas personas compartan con tanto amor, no solo su hogar, su comida, su tiempo, su conocimiento sino también una pequeña muestra de su vida entregada a Dios, a la virgen, a los jóvenes y al servicio, creó en mi un profundo sentimiento de querer aprender más y dar con alegría una parte de mí a quien lo necesite.

Miedo, indiferencia, poca fe, son quizás algunas de las barreras que te niegan la oportunidad de tener una experiencia tan especial como lo es el ejercicio del silencio. Piénsalo así, es la oportunidad perfecta para reconciliarte con ese Dios de amor, para encontrar esa paz, tranquilidad y hasta respuestas que tanto necesitas, para llenarte de su gracia y que finalmente, tu vida tenga un sentido. ¡Abre las puertas de tú corazón a Dios y anímate a vivir esta experiencia!